Amsterdam es uno de los destinos turísticos favoritos de Europa, una ciudad famosa por sus canales, sus museos, su historia y por supuesto por su hierba. Sin embargo la idea que la Marihuana es legal en Holanda no es del todo exacta. Esto a pesar del hecho de que aproximadamente el 25-30% de todos los turistas que visitan el país frecuentan una de sus famosas "cafeterías".
Tal y como dice la bella, divertida e inteligente youtuber Yincana Life, en su video VIAJAR A AMSTERDAM 2019 - RUTA POR LOS COFFEE SHOPS, en Amsterdam encuentras coffee shops de la famosa cadena Bulldogs en cualquier lado, unos al lado del otro, uno en una esquina y otro en en el próximo cruce.
En los coffee shops no necesariamente debes consumir cannabis, puedes ir tan solo para tomarte un café, un jugo de frutas, jugar algo de billar, y navegar profundamente en internet. Es decir los coffee shops son lo mejor de todos los mundos.
Y lo mejor es que en gran cantidad de ellos está totalmente prohibido el alcohol, gracias a Dios.
En Holanda si tu deseas tomar un café te vas a un café o "cafetería", si deseas consumir hierba te vas a un coffee shop, que fueron llamados así desde sus inicios, ya que no les era permitido promocionar libremente sus mercancías. Así, uno de los supuestos primeros coffee shop, los Yellow Mellow, fue promocionado como una casa de venta de té.
Otros establecimientos similares pronto aparecieron en la década de los años 70, generalmente promocionándose públicamente como "cafeterías", que pronto se convirtió en la forma aceptada de anunciar un establecimiento que vendía marihuana.
Ahora, como se dijo anteriormente, a pesar de lo que se pueda pensar, y el olor en la calle cerca de estos establecimientos, la marihuana no es legal en los Países Bajos. Entonces, ¿cómo tuvieron estas tiendas la audacia de abrir en primer lugar? Eso es gracias a gedoogbeleid, que literalmente se traduce como "política de tolerancia".
Como puedes ver, en respuesta a un fuerte aumento en el consumo de drogas en la década de 1960, los holandeses, inicialmente, como muchos otros países, hicieron todo lo posible para reducir dicho consumo.
Pero gracias a la actitud general de que a las personas se les debe permitir hacer lo que deseen con sus cuerpos y su salud, a fines de los años sesenta y principios de los setenta, la Fiscalía decidió cambiar el enfoque, distinguiendo entre las llamadas "drogas blandas" y "drogas duras" y así determinar en cuáles se concentrarían para su enjuiciamiento.
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