Aunque la mayoría de la gente asocia la disfunción eréctil con la edad, la capacidad de conseguir y mantener una erección viene determinada en realidad por una gran variedad de factores.
Entre ellos están el peso corporal, la dieta, la tensión arterial, la salud cardiovascular y la función nerviosa. Incluso los factores psicológicos, como la cantidad total de estrés que tiene como resultado de su trabajo o vida personal, pueden tener un impacto en sus erecciones.
La buena noticia es que muchos de estos factores están bajo su control personal, lo que significa que puede tomar medidas para mantener sus erecciones y evitar la disfunción eréctil, a menudo sin tener que recurrir a la medicación.
5 formas naturales de mantener la erección
Aunque no existe una única manera natural y simple para curar la disfunción eréctil, tanto sus hábitos como su estilo de vida desempeñan un papel importante en su salud sexual y su función eréctil.
Dando prioridad a los hábitos saludables y eliminando los malos, a menudo es posible reducir la gravedad de la disfunción eréctil (si ya la padece) o reducir el riesgo de desarrollarla (si no la padece).
A continuación le presentamos 5 técnicas que puede utilizar para mantener una erección de forma natural, desde modificaciones en la dieta hasta ejercicio regular, hábitos de sueño saludables, evitar sustancias nocivas y tomar medidas para asegurarse de que duerme lo suficiente y bien.
Muchos de estos cambios también pueden mejorar su bienestar general y reducir el riesgo de padecer problemas de salud relacionados, como colesterol alto o enfermedades cardiovasculares.
Todas estas estrategias son fáciles de poner en práctica y están asociadas a un estilo de vida saludable, por lo que merece la pena darles prioridad antes de probar la medicación para la disfunción eréctil.
Mantenga un peso corporal saludable
El sobrepeso o la obesidad pueden afectar negativamente a su capacidad para desarrollar y mantener una erección sana durante las relaciones sexuales.
Las investigaciones han descubierto que los hombres con un índice de masa corporal (IMC) en el rango de obesidad tienen tres veces más probabilidades de sufrir disfunciones sexuales que los hombres con un IMC normal.
Si tiene sobrepeso (un IMC en el rango de 25 a 30), su riesgo de desarrollar disfunción eréctil es aproximadamente 1,5 veces mayor que el riesgo de una persona con un peso saludable.
Este mayor riesgo de disfunción eréctil se debe a que la obesidad está estrechamente relacionada con enfermedades graves como la diabetes de tipo 2, que puede dañar los nervios de la pelvis y la zona genital e impedir que se pueda conseguir o mantener una erección.
La disfunción eréctil debida a la diabetes es especialmente preocupante porque los tratamientos habituales para la disfunción eréctil, como Viagra y Cialis, pueden no ser totalmente eficaces en personas con disfunción eréctil debida a la diabetes.
De hecho, un estudio publicado en 1999 demostró que sólo el 56% de los hombres con disfunción eréctil inducida por la diabetes experimentaron mejoras tras utilizar sildenafilo, el principio activo de Viagra.
La mejor solución es prestar atención a su peso y procurar mantenerse dentro de los límites saludables para su tipo de cuerpo, lo que suele significar un IMC de entre 18,5 y 24,9.
Dado que mantener un peso corporal saludable también es importante para la salud en general, vale la pena mantener un peso dentro del rango saludable incluso si no padece disfunción eréctil.
Cabe señalar que, aunque el IMC es útil, dista mucho de ser suficiente a nivel individual, lo que significa que es posible que desee hablar con un profesional en nutriión sobre un rango de peso corporal saludable si es muy musculoso, alto o tiene un tipo de cuerpo que no se ajusta a la media.
Un especialista en nutición puede sugerirle un método alternativo para evaluar su peso, como medirlo alrededor de la cintura o comprobar su porcentaje de grasa corporal.
1.- Preste atención a su tensión arterial
Las erecciones sanas y constantes dependen del flujo sanguíneo. Por ello, cualquier enfermedad que afecte al corazón, al sistema vascular y a la circulación sanguínea en general puede ser un obstáculo para conseguir y mantener erecciones.
La hipertensión está estrechamente relacionada con la disfunción eréctil, posiblemente debido a los efectos negativos que puede tener sobre la salud del corazón y los vasos sanguíneos.
Aunque no hay necesidad de obsesionarse con la tensión arterial si, por lo demás, se está sano, lo mejor es comprobarla con regularidad.
Si está por encima de los valores normales, es importante que consulte a su médico.
La hipertensión leve (por ejemplo, la que se sitúa en el intervalo de prehipertensión) suele tratarse con pequeños cambios en la dieta y de estilo de vida.
Para reducir la tensión arterial, el médico puede recomendarle que ajuste su dieta para que contenga menos sodio, que aumente su nivel de ejercicio o que tome medidas para relajarse y desestresarse.
Dado que las erecciones sanas dependen tanto del flujo sanguíneo, muchos de estos cambios también pueden ayudar a mejorar su rendimiento sexual.
Además de los cambios en el estilo de vida, existen varios medicamentos que pueden reducir los niveles de tensión arterial y mejorar la salud cardiovascular.
2.- Vigile sus niveles de colesterol
Las cardiopatías son uno de los principales factores de riesgo de la disfunción eréctil. De hecho, las investigaciones sugieren que muchos hombres con riesgo de padecer una cardiopatía también sufren disfunción eréctil, lo que convierte a la disfunción eréctil en un signo de alerta precoz habitual que los profesionales médicos tienen en cuenta a la hora de evaluar el riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona.
Un signo precoz de que se corre el riesgo de padecer una cardiopatía es un nivel elevado de lipoproteínas de baja densidad (LDL), o "colesterol malo", en la sangre.
Un nivel alto de colesterol LDL no es algo que se pueda notar por sí solo, por lo que es importante controlar periódicamente los niveles de colesterol.
Si tiene antecedentes familiares de cardiopatías, infartos de miocardio u otras afecciones cardiacas, o si simplemente le preocupan sus niveles de colesterol, puede hacérselos revisar consultando a su médico.
Si sus niveles de colesterol son altos, el médico puede recomendarle que modifique su dieta y su estilo de vida, o que tome medicamentos, para reducirlos a valores normales.
3.- Siga una dieta rica en frutas, verduras y alimentos nutritivos
Las erecciones dependen de un flujo sanguíneo fuerte y fiable. Por este motivo, los mismos tipos de alimentos que pueden obstruir las arterias y afectar a la salud cardiovascular también pueden tener un efecto negativo en las erecciones y el rendimiento sexual.
En la mayoría de los casos, los mismos alimentos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiacas también pueden contribuir a los problemas de erección y salud sexual.
Si le preocupa la disfunción eréctil, es mejor evitar o consumir con moderación las comidas ricas en grasas, azúcares y calorías, como las hamburguesas, la pizza y el pollo frito.
En lugar de comer alimentos que pueden afectar a la salud cardiovascular, es mejor centrarse en comer una mezcla de diferentes alimentos nutritivos y saludables.
Un estudio publicado en el Periódico de Medicina Sexual demostró que la dieta mediterránea, rica en cereales integrales, pescado, fruta, frutos secos y verduras frescas pero baja en carne roja, podría estar relacionada con una menor tasa de incidencia de la disfunción eréctil en los hombres.
4.- Mantenga una buena salud mental
La salud mental desempeña un papel fundamental en casi todos los aspectos de su vida sexual y su rendimiento sexual, incluida su capacidad para conseguir y mantener una erección.
Las erecciones comienzan con la estimulación mental. Cuando el sistema nervioso se comunica con los nervios que rodean el pene, la sangre fluye hacia el tejido eréctil, lo que ayuda a que la erección se produzca y se mantenga durante las relaciones sexuales.
Algunos trastornos mentales, como la depresión grave y la ansiedad por el rendimiento sexual, pueden afectar a este proceso y dificultar la erección.
Por ejemplo, las investigaciones demuestran que la ansiedad por el rendimiento sexual -un tipo de ansiedad asociada al sexo- afecta a entre el 9% y el 25% de los hombres y es una causa frecuente de disfunción eréctil psicógena.
Entre las técnicas utilizadas para tratar la ansiedad por el rendimiento sexual se incluyen el entrenamiento en meditación de atención plena, la terapia cognitivo-conductual (TCC) y los medicamentos, como los fármacos para la disfunción eréctil y los antidepresivos.
Si tiene un problema de salud mental que le provoca disfunción eréctil o que afecta a su vida sexual de otras formas, es importante que busque tratamiento.
Aunque algunos problemas de salud mental requieren medicación, muchos pueden resolverse mediante opciones como la terapia individual o de grupo.
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