Síntomas
Las características del pie de atleta incluyen una erupción con picazón o ardor que puede tener síntomas como enrojecimiento, olor, descamación y descamación de la piel, o pequeñas ampollas que pueden parecerse a granos. Cuando el pie de atleta se presenta entre los dedos, a menudo aparece como una piel de aspecto pálido que ha estado sobreexpuesta a la humedad del sudor.
El pie de atleta crónico tiene una apariencia de "mocasín", donde la erupción cubre las plantas y los lados de los pies.
Este tipo de erupción tiene una piel fina y descamada que le da una apariencia polvorienta. A veces, esta infección crónica puede extenderse a una mano debido al contacto con el pie al rascarse. La tinea pedis aguda tiene ampollas características o descamación de la piel con enrojecimiento más intenso.
Causas
La tinea pedis es causada por dermatofitos, que son hongos que infectan la piel, el cabello y las uñas. A veces, la levadura puede causar infecciones y erupciones en los pies, a menudo entre los dedos. Las personas que son propensas a la tinea pedis también son susceptibles a las infecciones por hongos en las uñas de los pies (onicomicosis). Esto se debe a que ambas afecciones son causadas por los mismos tipos de hongos.
Algunas personas son propensas al pie de atleta debido a una predisposición genética o debido a factores que causan un sistema inmunológico comprometido. Los ejemplos incluyen medicamentos esteroides o enfermedades crónicas como diabetes y cáncer.
Uno de los factores más importantes que contribuyen al pie de atleta es el sudor. El sudor es una respuesta normal al ambiente cálido dentro de un zapato. Algunas personas pueden tener hiperhidrosis o sudoración excesiva, lo que puede aumentar aún más la posibilidad de infección por hongos.
El calor y la humedad dentro de los zapatos crean un ambiente ideal para que los dermatofitos y otros hongos prosperen.
- Lave y seque sus pies todos los días, especialmente asegurándose de secarlos entre los dedos.
- Camine descalzo en casa tanto como sea posible.
- Utilice calcetines sintéticos hechos de acrílico o polipropileno. Estos materiales absorben la humedad mejor que el algodón, que mantiene la humedad cerca de la piel.
- Cámbiese los calcetines cada vez que sude.
- Use zapatillas con buena ventilación, como los que tienen tops de malla transpirable.
- Deje que sus zapatos se sequen y se ventilen cuando no los esté usando. No los guarde en una bolsa de gimnasia donde no recibirán aire. Es posible que desee alternar pares de zapatos todos los días para asegurarse de que se sequen entre los usos.
- Use sandalias u otros zapatos cuando esté en áreas donde prosperan los hongos, como alrededor de piscinas públicas o en vestuarios.
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