Las autoridades venezolanas convocaron a elecciones del 6 de diciembre para la Asamblea Nacional, la única rama del gobierno dirigida por la oposición, pero que se ha quedado impotente.
La Corte Suprema controlada por el régimen nombró directores del cuerpo electoral, que amplió en dos tercios el número de escaños en la legislatura, citando un aumento demográfico en un país que ha visto a millones huir de la economía en ruinas.
"Esta es otra demostración más de que con Maduro aún en el poder, y en condiciones de manipular las elecciones y su resultado, no puede haber elecciones libres y justas en Venezuela", dijo Elliott Abrams, representante especial de Estados Unidos en Venezuela.
"Las condiciones para elecciones libres y justas son en realidad mucho peores hoy que en mayo de 2018, cuando Maduro celebró las elecciones presidenciales que las democracias de todo el mundo dijeron que eran fraudulentas", dijo a los periodistas.
Desde enero de 2019, Estados Unidos y otras 60 naciones han reconocido al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente interino, rechazando el desarrollo de las elecciones.
Estados Unidos ha acumulado sanciones, incluido el intento de bloquear las exportaciones de petróleo, el generador de dinero crucial para el régimen.
Pero Maduro se ha mantenido en el poder con el apoyo de los militares de Venezuela, China y Rusia.
Un esfuerzo de Noruega para mediar una solución en Venezuela terminó en un punto muerto hace un año, pero una delegación noruega recientemente regresó a Caracas.
Abrams elogió la iniciativa noruega pero dijo que no era optimista.
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© 2020 AFP
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