Europa se encuentra en lo más profundo de su recesión más grave desde la Segunda Guerra Mundial y los 27 líderes están buscando un terreno común en los términos de un paquete de estímulo de 750 mil millones de euros que ayudaría a levantar a los más afectados por la pandemia.
Existe una severa resistencia por parte de un grupo de naciones más ricas y pequeñas lideradas por los Países Bajos y Austria que se resisten a entregar efectivo a países como España o Italia que consideran demasiado laxos con el gasto público.
La canciller alemana Angela Merkel cumplió 66 años el viernes y cuando ella y sus colegas comenzaron esta primera cumbre en persona desde febrero, le dieron regalos e intercambiaron golpes de codo en lugar de apretones de manos.
Pero el buen humor rápidamente se volvió sombrío una vez que comenzaron las conversaciones, con los líderes tomando sus lugares en una sede de la UE con personal reducido y distanciamiento social impuesto.
"Sería deseable, pero también tenemos que enfrentar la realidad", dijo. "Por eso espero negociaciones muy, muy difíciles".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, lo describió como un "momento de verdad" antes de comenzar la primera sesión de conversaciones que los diplomáticos describieron como cordial pero lenta.
Merkel y Macron están respaldando un paquete de recuperación compuesto por una mezcla de préstamos y subsidios a los estados miembros para revivir las economías destrozadas por el virus y los cierres preventivos.
"Es nuestro proyecto europeo el que está en juego aquí", advirtió Macron, antes de reunirse con el Primer Ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, quien se resiste a repartir dinero sin condiciones difíciles y un poder de veto efectivo sobre los planes nacionales de rescate.
Dias dificiles
"Solidaridad, sí", dijo Rutte sobre los países que no tienen el presupuesto para avivar una recuperación significativa.
"Pero al mismo tiempo, también puede pedirles a esos países que hagan todo lo posible para resolver ésto por sí mismos la próxima vez. Y lo hacen a través de reformas, en el mercado laboral, en pensiones, etc."
Después de aproximadamente ocho horas de conversaciones, los líderes se separaron para reunirse en grupos más pequeños, planeando volver a reunirse para una cena de trabajo a las 8:00 pm (1800 GMT).
La cumbre está programada para el sábado y tal vez incluso el domingo, pero pocos confían en un gran avance, a pesar del apretado calendario, por lo que es posible que otra cumbre siga más adelante este mes.
Un diplomático dijo que esperaban que el viernes concluyera con el anfitrión de la cumbre Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, presentando una nueva propuesta, que los líderes considerarían de la noche a la mañana antes de comenzar de nuevo el sábado.
Michel ha tratado de crear una sensación de impulso después de que las videoconferencias anteriores de la era del coronavirus sirvieran sólo para subrayar las diferencias de los líderes.
Pero Rutte puso la posibilidad de éxito este fin de semana en menos del 50 por ciento.
¿Préstamos o subvenciones?
El actual proyecto de plan de Michel prevé un paquete de recuperación, compuesto por 250 mil millones de euros en préstamos y 500 mil millones en subvenciones y subsidios que no tendrían que pagar los Estados miembros receptores.
Los Países Bajos han surgido como los más propensos a resistir, pero la posición de Rutte está respaldada en diversos grados por otros miembros de los llamados "Cuatro Frugales": Suecia, Dinamarca y Austria.
El canciller austríaco, Sebastian Kurz, dijo que él y sus aliados rechazarían cualquier cosa que conduzca a una "Unión de Transferencia" permanente, una alusión a un estado centralizado comparable a los Estados Unidos.
Los frugales quieren que cualquier préstamo o donación venga con condiciones estrictas para garantizar que los países muy endeudados lleven a cabo la reforma del mercado laboral. A ésto se opone furiosamente el sur.
"Si el dinero no se usa para invertir en el futuro, si no va de la mano con las reformas necesarias en los estados que simplemente están quebrados en sus sistemas ... entonces todo esto se esfumará", advirtió Kurz.
Tanto Michel como Merkel, cuyo país acaba de asumir la presidencia rotativa de seis meses de la UE, tendrán dificultades para negociar cualquier compromiso: un diplomático bromeó diciendo que estaban tratando de "desfrugalizar" el debate.
Este paquete se suma al presupuesto planificado de siete años de 1.074 mil millones de euros para la UE de 2021 a 2027 que los líderes también deben acordar en las próximas semanas o meses.
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